Las herramientas de optimización web han llegado a nuestras vidas para facilitarnos el trabajo a unos niveles brutales.
Sin ellas, nuestras páginas serán más difíciles de encontrar en buscadores, cargarán más lento y satisfaremos mucho peor las expectativas de los visitantes que llegan a nuestra web buscando disfrutar de una experiencia óptima al llegar a ella.
Pese a que optimizar nuestros sitios web es algo primordial, todavía hoy hay negocios que no saben por qué deberían tener su web optimizada y de qué herramientas tirar para conseguirlo.
Pero… ¡aquí llegan los IdInbounders a tu rescate!
Sigue leyendo y descúbrelo todo.
Vamos con un punto marca de la casa: la definición clara, sencilla y directa.
La optimización web es el uso de todas aquellas acciones que te permitan mejorar las funcionalidades de tu página y, sobre todo, ascender tu posición en los motores de búsqueda o, lo que es lo mismo, darle caña al SEO.
Además de convertir tu web en una página atractiva para los robots de Google, la optimización también consiste en:
En definitiva, la optimización de la web se traduce en mejorar tu posicionamiento, aumentar el tráfico orgánico, convertir más visitantes en clientes, y que incrementes tus ingresos.
Antes de empezar con la optimización web, te aconsejamos que hagas una auditoría inicial para que tengas claro cuáles son los puntos que debes “retocar” para que esa mejora sea correcta.
Si no sabes, por ejemplo, cuántos enlaces rotos tienes, con cuántos errores cuenta tu página, cuál es la velocidad de carga y qué la puede estar retrasando; es difícil saber qué debes optimizar y qué no.
Hay herramientas que pueden ayudarte a llevar a cabo esta auditoría, peeeero, de eso te hablaremos un poquito más adelante.
Si tu proyecto es muy incipiente, genial, porque podrás empezar de cero y con una base fuerte si tienes en cuenta:
Si no lo haces, podrías cometer el error de dirigirte a todo el mundo y, cuando esto se hace, terminas por no conectar con nadie.
Debes hacer un estudio de palabras clave una vez has decidido a qué mercado te vas a dirigir o ya has definido el producto o servicio que vas a sacar a la luz.
Piensa que, si no eliges bien las palabras clave por las que posicionar, por muy optimizada que tengas la web Google no te hará demasiado caso y tus competidores seguirán pasándote por delante.
Si no has publicado aún contenido en tu blog, y teniendo en tus manos ya tu investigación de palabras clave; elabora un calendario editorial y comienza a publicar posts con buen contenido.
¡No escatimes!
Aunque habrás leído mil veces que la gente ya no lee, esto no es verdad. Los usuarios de Internet solo leen lo que les interesa de verdad.
Si tienes contenido ya publicado, optimízalo. Dale una vuelta, considera si puedes mejorar el contenido, si puedes añadir infografías o contenidos alternativos, etc.
Al contar con una nueva investigación de palabras clave, es posible que tengas que reorientar el contenido para posicionarlo como debes.
Revisa también las SERPs para SEO, es decir, tus títulos SEO, tus meta descripciones, tus imágenes y orientarlas a las palabras clave que ya has definido en esa investigación.
Al escribir y pensar en el posicionamiento, no debes olvidar nunca la verdadera intención de búsqueda del usuario.
Si haces esto, te será más fácil solventar esa necesidad de información y Google tendrá en cuenta que eres capaz de satisfacer la urgencia de esos visitantes que han caído en tu web.
Cuando vayas a darle una vuelta a esto, hazte siempre esta pregunta en base a las palabras clave a posicionar: ¿cómo buscaría esto el usuario?
Ponte en su lugar y acertarás.
Que el usuario se lleve una buena experiencia al visitar tu web no es solo importante para él o ella, también lo es para los buscadores. Por ejemplo, diseña una web responsive para que, al entrar por teléfono móvil o tablet, la experiencia sea igual de buena que si el usuario estuviera delante de un PC.
Tienes que pensar cómo podrás enlazar unas páginas y posts con otras, el enlazado interno es importante, no solo para posicionar en buscadores, sino para que la permanencia del usuario en tu web crezca.
Lo mismo ocurre con los enlaces que apunten desde afuera a tu web, aunque el beneficio es distinto. Si muchas páginas recomiendan tu contenido y te enlazan, estarán lanzando un mensaje a Google muy importante: este contenido es relevante y de valor.
Y los buscadores lo premian.
Intenta compartir imágenes que no pesen demasiado para que la velocidad de carga sea más rápida y, como no, introduce las palabras clave a posicionar en el atributo Alt.
Siempre te decimos que lo que no se puede medir, no se puede mejorar. Así que analiza todas las estadísticas que tengas a mano, mira aquello que funcione bien y aquello que todavía no va como debería.
Mejóralo todo y ¡mejorar tu retorno de la inversión constantemente!
¡Allá vamos con las herramientas!
Para hacer tu auditoría inicial estaría bien que recurrieron a estas herramientas:
Para la optimización pura y dura, te recomendamos:
¡Listo!
Solo nos queda decirte… ¡adelante con la optimización de tu página web! Seguro que la dejas como nueva.
Como siempre, si te surge alguna duda déjanos te esperamos en los comentarios.