El contenido es lo primero. Porque al menos yo, lo que busco cuando tecleo algo en Google, es contenido, o mejor dicho buen contenido. Si el contenido —post, videos, pdf, podcast, imágenes, infografías, mapas … — de tu web es bueno y has trabajado bien el SEO, ¿a dónde iré a parar? Tengo bastantes probabilidades de ir ¡a tu web! Y si además de ese buen contenido que buscaba hay otros buenos contenidos, me quedaré en ella un rato. Si de verdad me ayuda a comprender o resolver mi problema, mi duda, me quedaré con el nombre de la web en la cabeza. Incluso, quien sabe, tal vez la guardo en favoritos… y poco a poco, ese contenido me irá cautivando…

¡Un ejemplo!

Llegó la fiebre del Lettering… ( eso de dibujar letras bonitas a mano, con pinceles o rotuladores etc)… Me voy a Google: “learning lettering”…  Uhm uhmmmm… echo una ojeada… a ver…esta web de “Mr.Lettering” aparece en la primera página de resultados... clic, entro ¡me gusta, me gusta…! Leo un poco aquí allí, le doy clic a algún video… “suscríbete” me dice un botoncito aquí… interesante, me llama la atención, me regalan un minicurso online, ¡clic, me apunto! Y les dejo mi correo electrónico. Ya me ha llegado el curso gratuito al correo, genial. Pasa el tiempo y me van mandado algún email con tutoriales: qué material usar, ejemplos de lettering en el site…. Definitivamente, estoy progresando, ¡y me gusta! Este tipo parece serio, creo que valdría la pena que haga un curso on-line… ¡Clic! ¡Zas! ¡Ahora soy su clienta!

El buen contenido me ha cautivado, me ha “deleitado” y me ha ido conduciendo hasta el curso de lettering de un tal “Mr.Lettering”.

¿Qué ha pasado aquí? ¡Inbound!

 Analicemos:

1. He hecho una búsqueda orgánica en Google: “learning lettering”
2. Como el tal “Mr.Lettering” ha hecho un buen trabajo de contenido y de SEO, su web me aparece en la página de resultados de búsqueda y me voy para su web.
3. Disfruto leyendo algunas cosas que responden a mi inquietud de aprender lettering
4. Mi mirada se va hasta el Call-to-action: acceso gratuito a un minicurso que me ayuda a aprender lettering. ¡Es una buena oferta! Relleno un formulario con mis datos y ahí tengo el curso en mi buzón de correo. Ahora formo parte los contactos de “Mr.Lettering”.
5. En las siguientes semanas llegan a mi buzón otros correos con información que también me interesa, ahora que ya soy un poco más experimentada en el lettering. Algunos posts me dan información muy interesante para mi hobby.
6. En las múltiples visitas a la web y tras recibir unos cuantos emails que me van “alimentando, conduciendo”, me pica el gusanillo y me decido: me apunto a un curso -este ya no es gratuito- de lettering.
7. ¡Bingo! (de “Mr.Lettering”). ¡Ya no soy ni visita, ni contacto, me he convertido en clienta!

Este es el proceso del inbound marketing, que ¡me atrae convierte y deleita con buen contenido, ordenado y enfocado al cliente!

No quedarnos parados: revisar

 Además de este proceso de rediseñar con una estrategia de inbound marketing, otra cosa es necesaria: el contenido no puede ser estático. Tiene que ir siempre a más. Tienes que estar siempre atento al rendimiento del site e irlo afinando continuamente. Nada de “ya está hecho y funciona, ahí se queda y me voy a por otra cosa”. Se trata de:

• Analizar continuamente el funcionamiento de tu web
• Observa por qué página entran tus visitantes y haz que esas páginas sean la mejores
• Detecta por qué páginas los visitantes abandonan tu web, y trabájalas más con mejor contenido, CTA, links internos etc.
• Haz tests A/B en los CTA, contenidos, ofertas descargables etc y escoge la mejor opción
• Recicla el contenido, revísalo, actualízalo

Conclusión 

Antes de lanzarte con Photoshop o empezar a teclear código, planea en el contenido de tu web. El diseño y el código vendrán luego acorde con el plan de contenidos.

Y cuando lo tengas listo analiza el rendimiento (¿ya sabes cómo analizar?) y saca conclusiones. Seguramente habrás cosechado éxitos y si sigues a analizando, aún será mejor.